Las pymes en España suponen más del 90% del tejido empresarial, pero muchas de ellas tropiezan con los mismos problemas a la hora de cumplir con Hacienda. Los errores fiscales no solo provocan sanciones, también afectan a la liquidez y credibilidad de la empresa.
En este artículo repasamos los fallos más habituales que cometen las pymes y te damos consejos prácticos para evitarlos.
Un error típico que acarrea recargos automáticos (del 5% al 20%). Muchas pymes no tienen un sistema de alertas o calendario fiscal actualizado.
Existen deducciones por I+D+i, formación de empleados o inversión en nuevas tecnologías que pocas pymes aprovechan.
Mezclar gastos personales con los de la empresa genera confusión y pone en riesgo la justificación de deducciones ante Hacienda.
Errores en facturas emitidas, facturas sin contabilizar o tickets mal guardados. Esto genera discrepancias y posibles sanciones.
Cada año se actualizan plazos, deducciones y requisitos. No seguirlos puede dejar a tu pyme fuera de beneficios fiscales.
No prever impuestos trimestrales o anuales puede dejar a la empresa sin liquidez suficiente para afrontarlos.
Todavía hay pymes que llevan su contabilidad en hojas de Excel sin actualizar. Esto aumenta el riesgo de errores de cálculo.
Recargos y sanciones económicas.
Pérdida de deducciones por no justificarlas correctamente.
Problemas de liquidez al no planificar pagos.
Mala imagen ante bancos e inversores.
Un profesional actualizado puede ahorrarte mucho dinero y dolores de cabeza.
Programas como Holded, Quipu o Sage facilitan el control de facturas y pagos, además de integrarse con la AEAT.
Aunque tengas gestoría, es recomendable que tu personal clave entienda los plazos fiscales básicos.
Realiza auditorías internas para comprobar que los libros contables están al día.
Sincroniza el calendario fiscal de Hacienda con Google Calendar para no olvidar ningún plazo.
Una pyme tecnológica perdió la deducción por I+D por no justificar correctamente la inversión en software.
Una pequeña empresa de restauración pagó 2.000 € en recargos por no presentar el modelo 303 a tiempo.
Evitas sanciones.
Aprovechas todas las deducciones posibles.
Mejoras tu tesorería.
Ganas credibilidad con clientes, proveedores y bancos.
Los errores fiscales en pymes son más comunes de lo que parece, pero también evitables. Con planificación, asesoría y herramientas digitales, tu empresa puede ahorrar dinero y trabajar con seguridad.